Húmedo lecho de muerte es tu boca devorándome cada noche. Haciendo de mi cuerpo un mastique viejo, sin sabor. ¿Es que no puedes tragar mi tristeza de un bocado? La he alimentado toda mi vida con las penas más pesadas, para que juntos, en esta destrucción amorosa, caigamos pronto hasta el fondo de nuestra tumba matrimonial.
Tuesday, April 01, 2008
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