En mucho tiempo no había escuchado una canción que pudiera servir como postal auditiva de un momento intimo. Esta mañana sucedió la epifanía que pensaba se había extinguido junto con la adolescencia.
Al llegar a mi casa luego de pasar la noche fuera prendo mi nueva grabadora vintage, abró el anacrónico compartimiento del CD, pongo el disco en la charola, la cierro, aprieto random… entonces comienza el hechizo.
El bajo y la guitarra armonizan el sonido del momento en que termina la fase pública de la noche para abrirle camino a la intimidad.
Inevitablemente recuerdo que los viajes nocturnos en taxi son insoportablemente impersonales; sólo avivan el sentimiento de soledad mientras corren por las avenidas casi vacías como corre por la piel la sangre de una herida. Las señales de quien podría redimir la soledad no aparecen. La música transmite la atmósfera del momento en que el silencio de la soledad es tan opresor que sólo se puede desear romperlo con una canción que no llega; de tu voz que no llega...
Lover its over so let it go,
This club is dead and I'm off home.
The taxis are bleeding they're way off track.
I need some sign, that you'll come back now so...
Come on, come on and make it real
And feel the feelings that we feel,
I'm only waiting for a song to push you into my arms
And keep you there 'till morning comes.
Well lover it's over the sky has drawn this day in close
That we're still gone with.
We're watching the world as it's flags unfurl
But you still escape me so...
Come on, come on and make it real
And feel the feelings that we feel,
I'm only waiting for a song to push you into my arms
And keep you there 'till morning comes.
Finalmente llega la tan esperada señal, la canción que me lleva a tus brazos, de donde no me dejas escapar hasta que el sol alumbra nuestra intimidad.
Tras el aire húmedo de la mañana llega la hora de partir. Al mirar hacia atrás es un recuerdo, al mirar hacia el futuro vuelve a ser una esperanza lo que hace un momento era la íntima y calida realidad de tus brazos: hemos trazado un camino circular al huir de la soledad.
“Por favor, haz que pase otra vez”, pienso al ver tu carro alejarse.
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