Saturday, June 02, 2007

Always for You, by The Album Leaf


Hay nombres que lo definen todo. No son referentes: no significan nada, no sustituyen ni cosas ni sentimientos. Son nombres que, paradoja de paradojas, son indefinibles. No se les puede imponer límites, y sin embargo ellos mismos, como nombres, imponen cercas, rodean la realidad, determinan horizontes. Vamos por la vida acompañados por estos nombres, que en algún momento fueron nombres vacíos, significantes como cualquier otro, y que gradualmente vamos llenando con historias, momentos, texturas, olores y sabores. Los nombres son puntos cardinales: nos dicen de donde venimos y hacia donde vamos. A veces creemos que podemos huir de ellos, dejarles atrás, vaciarlos como se termina una botella de tequila. Después nos damos cuenta que siguen ahí y que los sudamos toda la noche, se evaporan y se vuelven a formar como un ligero rocío alrededor del cuello, en la línea de la espalda. Envidio a quienes son capaces de desintoxicarse de sus propios nombres propios. Los olvidan. Se casan, tienen hijos. No voltean atrás. Cierran el cajón con llave y como por accidente se la tragan. Yo viviría por siempre con el terror de pronunciarlos, como con la indigestión, por accidente, mientras duermo, o en el baño, o mientras se hace el amor. ¿Cómo se podría vivir tranquilo habiéndose tragado la llave que guarda todos los nombres? Es mejor, por eso, portarlos, habitarles, reconocerles. Gritarlos cada vez que aparecen por la piel como una gota de lluvia en día soleado o como el rayo de sol tras cuatro días de oscuridad. Se sabe, nos dice herr doktor, de las tribus que prohiben pronunciar el nombre de sus muertos, por temor a que renazcan y vuelvan a caminar entre los vivos, que pensaban que ya los habían dejado atrás. El exorcisimo es siempre una tentación, pero no soluciona nada. Todos nuestros nombres nos habitan y lo harán por siempre. Si me pudieran ver como realmente soy, sus ojos mirarían todos mis nombres, el cuerpo como mapa. Me he dado cuenta que es mejor así, mostrarlo, encararlo, aceptarlo antes que esconderlo. Somos nuestros nombres y no hay modo de negarlo. Aunque aceptes ese trabajo y le digas que sí a aquella niña, aunque dejes las playeras para el domingo y tu guardarropa se llene de corbatas. Aunque compres ese anillo que pagarás por el resto de tus días; aunque firmes el contrato de ese depa. Mejor ni te disfraces. Porque si no luego, de cualquier forma, como diría el poeta, bastaría la lluvia, y se nos notaría todo.


5 comments:

Juan Llave said...

Me encanta The Album Leaf, me encanta esa canción... durante algún tiempo no pude dejar de escucharla.

Andrea Lopez Estrada said...

No sé que puedo decir sobre el post, me gustó mucho, creo que es uno de mis favoritos del blog. El video está bien chido. Según yo ésta es como la segunda vez que hablan de The Album Leaf...

ANA PAO said...

o sea ...... es la letra de una cancion o como?

Ernesto said...

...voy a tomar eso último como un halago...

losequilibristas said...

Hola deje en mi bitacora una liga a tu nota. Muy bueno lo que reflexionas.