Con las ventanas abiertas quedan tus pies descalzos a la altura de mis ojos, mientras comes una mandarina de desayuno. Días en la playa hacen brillar tus piernas bronceadas y el sonido de la grava suelta hace reir a la música que vamos dejando por la carretera, tal vez la única vez que este rincón de la tierra se una con esta canción, un hecho único en nuestra cadencia.
Rápido viaje a explorar, parando en una mezcalería al lado del camino. Bajas en tu pequeño vestido de niña citadina, probamos las cremas alcohólicas que ofrece ese niño oaxaqueño.
De regreso fumamos, para llegar a la playa y echarnos a leer, a escuchar el mar, llenarnos de ese ritmo para la noche.
El mezcal va menguando a través de la tarde, las estrellas aparecen y empieza a refrescar el aire - tiempo para abrazarse y sentir el cuerpo ardiendo.
La música tocando junto a la cama y el mar acoplándose a cada movimiento nuestro.
Para celebrar nuestra última noche en el paraíso dibujé un retablo a nuestra cama, y en él escribí la palabra que nos une desde siempre: SÍ.
Wednesday, February 01, 2006
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2 comments:
No sé si ese sea el asunto de todo esto, pero bueno, ahi lo dejo a consideración.
saludos!
Claro que sí, Mema.
That's the whole point.
Abrazo!
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